
La Unión Europea prohíbe el uso del dióxido de titanio en 2022
El pasado mes de octubre se aprobó una de las propuestas de la Comisión Europea: la prohibición del uso del dióxido de titanio. Los Estados Miembros de la Unión Europea decidieron por unanimidad que este aditivo estará prohibido a partir de 2022.
Este nuevo Reglamento entrará en vigor veinte días después de su publicación en el DOUE. Sin embargo, debido al uso de este aditivo por parte de muchas empresas, se ha establecido un periodo transitorio de seis meses.
Esto se ha conseguido gracias a la implicación y trabajo de autoridades nacionales, como ha sido el caso de nuestra Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
De este modo, durante este periodo de seis meses, las empresas podrán producir productos con este aditivo y comercializarlo. Pero una vez pasado este tiempo, ya no se podrá comercializar ningún producto con dióxido de titanio. Los productos que estén en el mercado, podrán permanecer hasta el final de su vida útil.
El dióxido de titanio en otros productos
Este nuevo reglamento habla del uso del dióxido de titanio en los alimentos, entre los que encontramos los complementos alimenticios. Pero es cierto que este aditivo se utiliza también en otros productos, como colorantes o medicamentos.
La Comisión plantea entonces, que en un plazo de tres años, se reevaluará la situación de estos productos fuera del ámbito alimenticio, y la prohibición de su uso podría extenderse al ámbito sanitario.
¿Por qué se prohíbe ahora el dióxido de titanio?
El dióxido de titanio, como aditivo, se utiliza en productos alimenticios desde 2009. Sin embargo, llevaba muchos años en el punto de mira de las autoridades.
A lo largo de estos años, se han realizado varios análisis sobre su ingesta, y hasta el momento los resultados habían corroborado que se trataba de un aditivo seguro. No fue hasta mayo de este mismo año, cuando uno de los estudios descubrió unas nanopartículas que no se habían encontrado anteriormente. A partir de este momento, ya no se podía considerar a este aditivo alimentario como seguro, dado que no podía afirmarse como no genotóxicos el contenido de estas partículas.
Para las empresas, reemplazar el dióxido de titanio por un nuevo aditivo con las mismas propiedades, va a ser un gran reto. Desde Legalego Consultoría Alimentaria podemos asesoraros y acompañaros en todo el proceso como especialistas en complementos alimenticios.