El control de la trazabilidad de los complementos alimenticios, ¿en qué consiste?
Cuando una empresa inicia la fabricación o comercialización de complementos alimenticios en España, debe darse de alta en el Registro Sanitario. Y al realiar una actividad alimentaria, además, deberán contar con el correspondiente sistema de autocontrol, un documento obligatorio que identifica los posibles riesgos de contaminación en la cadena de alimentos y establece unas normas para controlar dichos peligros y así minimizar las probabilidades de intoxicación alimentaria.
La trazabilidad se define como una serie de procedimientos que permiten seguir el proceso de evolución de un producto en cada una de sus etapas. Permiten conocer el histórico, la ubicación y la trayectoria de un producto o lote de productos a lo largo de la cadena de suministros en un momento concreto. Este proceso, de hecho, ha provocado que empresas que gestionan y ejecutean la teconología Blockchain apliquen esta teconología a la trazabilidad permitiendo dar seguridad a todo lo ocurrido durante la cadena del producto alimenticio.
El sistema de trazabilidad debe contemplar los siguientes aspectos:
- La identificación del producto.
- De cada producto, sus datos como son las materias primas, la menera en la que fue producido o transformado, su procedencia y destino, y los controles a los que ha sido sometido.
- La relación entre la identificación del producto y los datos sobre el mismo.
Existen tre clases de trazabilidad dependiendo de la actividad dentro de la cadena alimentaria:
- Ascendente (hacia atrás): saber cuales son los productos que son recibidos en la empresa, acotados con alguna información de trazabilidad (lote, fecha de
caducidad/consumo preferente), y quienes son los proveedores de esos productos. - Interna o trazabilidad de procesos: Trazabilidad dentro de la propia empresa.
- Descendente (hacia delante): saber cuales son los productos expedidos por la empresa, acotados con alguna información de trazabilidad (lote, fecha de caducidad/consumo preferente) y saber sus destinos y clientes.
La falta del sistema de autocontrol o de la trazabilidad de los productos puede conllevar importantes sanciones administrativas con medidas accesorias como la inmovilización de los productos o el cierre temporal de la empresa.