Red de Alerta Alimentaria: ¿Qué es?
¿Qué es la Red de Alerta Alimentaria?
Una Red de Alerta Alimentaria es un sistema compuesto por distintos agentes que tiene como fin evitar que lleguen a la población alimentos no seguros que puedan suponer un riesgo para la salud. La velocidad y la eficiencia son factores cruciales para cumplir este objetivo.
Por ello, existe un Sistema perfectamente coordinado de Intercambio Rápido de Información (en adelante SCIRI). Este se encuentra coordinado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (en adelante AESAN). Para que la información fluya y llegue a los diferentes destinos de forma rápida, en el SCIRI participan comunidades autónomas, Ministerio de Defensa, Ministerio de Sanidad…
En 2006 se estableció en España una aplicación Informática para la Gestión de Alertas Alimentarias y Control Oficial (en adelante ALCON) desarrollada por la AESAN, para permitir la gestión de alertas alimentarias a través de la web, así como la explotación de los datos correspondientes a dichas alertas y la interacción de los distintos Organismos que participan en el proceso.
En esta, las autoridades sanitarias de las Comunidades Autónomas cargan información correspondiente a su territorio permitiendo así disponer de información a nivel nacional. No obstante, la mayor parte de las comunidades autónomas dispone también de herramientas informáticas que les permiten tener un registro de todos los establecimientos localizados en su territorio y donde archivan las actuaciones de control oficial.
Por otro lado, con los amplios movimientos importadores y exportadores, la coordinación mundial no puede pasar a un segundo plano. Por ello, el intercambio de información no se limita al ámbito nacional, sino que además existen otros organismos internacionales como es el caso de la Red de Alerta Alimentaria de la UE (RASFF).
Todas estas herramientas informáticas existentes en España las puede encontrar aquí
¿Cómo conoce una empresa que uno de sus productos está incurso en una alerta alimentaria?
A nivel nacional, SCIRI es el organismo responsable de la coordinación de la Red de Alerta Alimentaria. Este envía las notificaciones de alerta recibidas de la AESAN, sobre la que haya que realizar actuaciones, a la propia Comunidad Autónoma (en adelante CA) mediante el Servicio de Seguridad Alimentaria de la Dirección General de Salud Pública (en adelante SSA). Desde aquí envían la alerta a la empresa productora o distribuidora del producto afectado. Normalmente esta comunicación se hace por vía electrónica, aunque también existen otros canales como llamada telefónica, carta certificada o, en la mayoría de las ocasiones, con la personación del inspector de zona.
Este procedimiento es el más común en la gestión de una alerta. No obstante existen otros posibles canales de información sobre una alerta sanitaria. Estos son:
- La propia empresa productora. Por ejemplo, una empresa puede notificar una alerta sobre un producto propio afectado gracias a sistemas internos de seguridad alimentaria, como el sistema de autocontrol.
- Es posible también que la empresa se entere de una alerta a través de una empresa proveedores con la que tenga relaciones de producción o distribución.
- El consumidor. Estas alertas suelen producirse a través de una reclamación o denuncia.
- Un establecimiento de distribución como un mayorista o minorista, tanto en España como en otro país.
- Por último, la empresa puede ser alertada a través de un establecimiento de restauración al que le haya distribuido el producto afectado.
En todas estas opciones, y a diferencia del procedimiento común en el que la empresa tiene constancia de las alerta alimentaria por las autoridades sanitarias, la empresa es quien debe notificar a las autoridades competentes la alerta alimentaria. Este es un escenario poco común, por ello, hoy nos centraremos en el escenario más práctico que es: la alerta de riesgo alimentario por parte de las autoridades competentes a la empresa.
¿Qué hacer si recibo una alerta alimentaria sobre algunos de los productos que fabrico o distribuyo?
La actuación de una empresa ante una alerta alimentaria podemos resumirla en cuatro pasos:
Recepción de la noticia de alerta alimentaria por parte de las autoridades.
El aviso de alerta es dado por medio de las autoridades competentes, quienes se ponen en contacto con la empresa para notificar el tipo de alerta que presenta el producto.
Una vez notificada, la empresa deberá proporcionar toda la información necesaria para facilitar la gestión de la alerta y seguir los pasos que le indiquen las respectivas autoridades asignadas. A esta alerta se le adjudicará un número de registro para facilitar su seguimiento.
Es primordial colaborar con la autoridad competente en todo momento y seguir las indicaciones señaladas. Asimismo la empresa debe poner a su disposición toda la información que soliciten y toda la que la empresa considere importante para la gestión de la alerta.
Identificación del producto afectado, el peligro y su riesgo
En la identificación del producto afectado será necesario conocer toda esta información y trasladarla a las autoridades competentes:
- Información del producto: nombre, nº de lote, fecha de caducidad o de consumo preferente, albarán, factura, fecha de envío, cantidad, unidades (kg, g, bolsas…), establecimiento elaborador en caso de ser empresa distribuidora y fotografías si fuera necesario.
- Información sobre el establecimiento de destino: nombre, tipo de establecimiento, dirección completa, teléfono y email.
- Todo dato que se considere necesario y facilite la localización del producto, así como la trazabilidad de este.
Aconsejamos clasificar y archivar cronológicamente toda la documentación que se reciba y se genere. Esta será muy útil para después de la alerta para acreditar la actuación con la debida diligencia por parte de la empresa.
En la identificación del peligro y riesgo, la empresa tiene que recopilar información científica y técnica, como resultados de análisis realizados al producto afectado. En la determinación del riesgo, un producto con mayor riesgo será aquel en el que la incidencia afecte más a grupos vulnerables de población como niños, ancianos o mujeres embarazadas.
Esta información es fundamental para las Autoridades Competentes a la hora de gestionar una alerta.
Conocer la trazabilidad del producto
La trazabilidad del producto hace referencia a la trayectoria seguida por el producto afectada hacia atrás y hacia delante.
Por ejemplo, si el peligro afecta a un ingrediente, la trazabilidad hacia atrás permite adoptar medidas frente al proveedor que lo proporcionó. Sin embargo la trazabilidad hacia delante permite actuar sobre todos los productos afectados fabricados con dicho ingrediente.
En el caso de los distribuidores, será necesaria aportar tanto la trazabilidad hacia atrás (proveedores) como hacia delante (clientes que venden al consumidor final). En cambio, para las empresas que venden al consumidor final, será muy difícil aportar la trazabilidad hacia adelante pudiendo aportar únicamente hacia atrás.
Actuación necesaria: Inmovilización, retirada o recuperación
En este último punto es muy importante ejecutar la actuación que se decida con rapidez y colaborar con la autoridad competente.
Para decidir cuál es la actuación necesaria deberá apoyarse en la información disponible y recopilada durante todo este proceso, así como en sistemas de control como el APPCC.
Las opciones existentes son:
- Inmovilización del producto: El recorrido del producto se paraliza para uque no llegue a estar en contacto con el consumidor.
- Retirada del mercado: En este caso, el producto ya se encuentra a disposición del consumidor.
- Recuperación. En este punto el producto se retira de la cadena de suministro y se solicita a los consumidores que no lo consuman, aconsejándoles que lo devuelvan o destruyan.
Por último, en este proceso de actuación y siguiendo las instrucciones de las autoridades sanitarias, la empresa tiene la responsabilidad de decidir cuál es el destino final del producto, es decir, si se deshecha o reacondiciona.
Medidas de prevención para evitar una alerta alimentaria en mi empresa
La empresa debe estar preparada ante una incidencia en la seguridad alimentaria a través de su Análisis de Peligro y Puntos de Control Críticos (APPCC), un instrumento fundamental para una correcta gestión de la seguridad alimentaria. Su aplicación ayuda a evaluar, prevenir y controlar los peligros que pueden afectar a un producto o línea de producción.
Dado su carácter obligatorio, todas las empresas deben conocerlos y están obligados a aplicarlos.
Para saber más acerca de esta herramienta obligatoria para toda empresa alimentaria, puede consultar aquí.
Además, desde LegaleGo Nutrition hemos elaborado una GUÍA donde explicamos qué es una Red de Alerta Alimentaria y explicamos qué hacer en caso de recibir una notificación de incidencia por parte de las Autoridades.
Guía Red de Alertas
Otro posible escenario en la Red de Alerta Alimentaria
Hasta ahora hemos hablado sobre qué hacer si la autoridad competente me notifica de una alerta alimentaria. Pero existe también la posibilidad en la que la empresa es quien notifica a las autoridades pertinentes de una alerta alimentaria procedente de sus productos. Para saber más sobre este caso, pueden consultar en nuestro post anterior.
En este caso es fundamental seguir las instrucciones de los organismos que componen la Red de Alerta Alimentaria y enviar toda la información requerida a través de los formularios acordados para facilitar su seguimiento. La información sobre la trazabilidad del producto deberá remitirse a la mayor brevedad posible (en este sentido, un plazo de 24 horas se consideraría una buena práctica).
Desde LegaleGo Consultoría Alimentaria ayudamos a todas las empresas a la elaboración e implementación de su sistema autocontrol o APPCC donde, entre otras cuestiones, desarrollamos y concretamos todo el sistema y el plan en caso de una incidencia o alerta alimentaria.