El etiquetado: ¿es un aspecto clave en la compra de complementos alimenticios?
¿La decisión final del consumidor depende del etiquetado de los complementos?
El etiquetado, tanto obligatorio como voluntario, es uno de los aspectos claves para tener en cuenta a la hora de realizar el registro sanitario de cualquier complemento alimenticio. El Centro Común de Investigación de la Comisión Europea ha publicado cuatro estudios científicos que analizan cómo actualmente comunican las empresas de alimentación la información alimentaria que va dirigida a los consumidores finales. Los estudios han sido sobre:
- Etiquetado nutricional: en la cara frontal de los envases y los resultados muestran que los consumidores generalmente aprecian este tipo de etiquetado como una forma rápida y fácil de obtener información básica del producto.
- Etiquetado de bebidas alcohólicas: se ha visto que la industria de bebidas alcohólicas ha adoptado voluntariamente la posibilidad de proporcionar ingredientes e información nutricional en las etiquetas.
- Información alimentaria por medios distintos al etiquetado, incluso digital se ha observado que los medios de información como por ejemplo etiquetas en los estantes y carteles son medios de información mucho más eficaces.
- Etiquetado de origen de los productos: la información sobre el origen y la procedencia del producto tiene una gran influencia en la decisión de los consumidores.
Estos resultados permiten ver qué aspectos del etiquetado deben de realizarse correctamente y qué otros mejorarse. De este modo, el Centro Común de Investigación realiza y presenta una propuesta de revisión de las normas de la Unión Europea (UE) sobre la información alimentaria que reciben los consumidores para garantizar acceso a una información clara, concisa y transparente.
Siguiendo con el Reglamento (UE) 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, el etiquetado debe ser claro, simple y debe contener información coherente, sin inducir al consumidor a error, y de esta forma permitir que pueda tomar decisiones informadas. Este Reglamento debe convivir con la legislación específica para cada tipo de alimento y que también es de obligado cumplimiento.
¿Qué Reglamento regula el etiquetado de los productos alimenticios?
El Real Decreto 1334/1999 , de 31 de julio, por el que se aprueba la Norma general de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimenticios.
¿Qué contenido debe incluir la etiqueta de complementos alimenticios?
La etiqueta de complementos alimenticios, así como su presentación y publicidad, debe cumplir con lo dispuesto en el Reglamento (UE) 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor.
La principal obligación es que la denominación con que se comercialicen los productos incluidos en el ámbito de aplicación del presente real decreto deberá ser «complemento alimenticio». En la etiqueta de complementos alimenticios, por tanto, se deberá incluir esta denominación.
(leer más sobre que contenido se debe incluir en la etiqueta)
¿Qué características se incluyen en el etiquetado voluntario?
En la actualidad se observan con mayor frecuencia declaraciones relativas al alimento «sostenible», «pesca sostenible» «productos aptos para veganos». Indicaciones sobre «huella de carbono» o «huella hídrica», son sólo algunos ejemplos de mensajes que están presentes en los alimentos como información voluntaria.
La información voluntaria, es aquella que puede hacerse llegar a los consumidores, siempre y cuando respete lo fijado en el Reglamento 1169/2011, y debe reunir los siguientes requisitos:
- No debe inducir a error al consumidor
- No será ambigua ni confusa para los consumidores
- Se basará, según proceda, en los datos científicos pertinentes
Este es el «a, b, c» que toda la información voluntaria que se suministra a través de los alimentos ha de cumplir inexcusablemente. Además, la Comisión Europea trabaja en iniciativas para regular algunos elementos voluntarios hasta la fecha, con el objeto de su integración en el marco legislativo de la UE.
Las conclusiones de los cuatro estudios realizados por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea servirán para la elaboración de futuras políticas, en especial la propuesta que quiere presentar la Comisión para revisar las normas de la UE sobre la información al consumidor sobre productos alimenticios.