
Novedades en la legislación alimentaria en 2019
Novedades en la legislación alimentaria. Las normas de calidad y técnico-sanitarias en el sector agroalimentario que elabora el Gobierno español continuarán actualizándose en el próximo año, entre ellas, las relativas al aceite de oliva, las conservas vegetales, la miel, los caldos, consomés, sopas y cremas, las galletas, las patatas fritas y los aperitivos.
Asimismo, la Unión Europea apostará en este periodo por la regulación de la Transparencia y la sostenibilidad en la gestión de la cadena alimentaria.
En este post daremos unas pinceladas de las próximas previsiones legislativas para la industria.
La primera actuación que el Gobierno llevará a cabo será la derogación del Real Decreto 308/1983 y la aprobación de una nueva norma para el aceite de oliva.
España es el primer productor y exportador mundial de aceite de oliva, por ello separar el aceite de oliva y el orujo de oliva, de otros aceites de semillas o de frutos oleaginosos “contribuirá a adaptar de mejor manera los sistemas de producción y autocontrol, y las normas de envasado y etiquetado a la normativa comunitaria y a la evolución de los criterios y avances tecnológicos” y así, ofrecer un mejor servicio de este producto que tiene una “demanda en constante crecimiento”, explica el documento.
Respecto a las conservas vegetales, se actualizará el Real Decreto 2420/1978 que tiene 40 años y apuntará a tres ejes: simplificación de los productos y formas de presentación, adaptación de los defectos y sus tolerancias al desarrollo tecnológico de los procesos de elaboración y actualización de la información alimentaria facilitada al consumidor.
En el caso de la miel, la actualización del Real Decreto 1049/2003, tratará de que la información del etiquetado indique correctamente el origen de este producto en caso de mezclas.
La Unión Europea aprobará una regulación sobre Transparencia y sostenibilidad de la determinación del riesgo en la cadena alimentaria, que trata sobre cuestiones de riesgo en la cadena alimentaria, materiales que entran en contacto con los alimentos, o aditivos, entre otros.
Además, esta regulación propone crear un registro europeo de los estudios encargados, para garantizar que las empresas que solicitan una autorización presentan toda la información pertinente y también incide en la comunicación del riesgo a los ciudadanos para aumentar la confianza de los consumidores.