
Los PFAS en los cosméticos: Riesgos y regulaciones
Durante los últimos años, el uso de los PFAS en cosméticos ha ido creando una gran preocupación entre consumidores, reguladores, fabricantes y científicos. En este artículo vamos a explicar qué son los PFAS, para qué están siendo usados, por qué su nombre está en el punto de mira de tantos organismos y cuál es la mirada hacia el futuro respecto a estos componentes tan cuestionados.
Los PFAS (sustancias perfluoroalquilo y polifluoroalquilo) son un grupo de productos químicos usados en multitud de productos de consumo diario, como pueden ser envases de alimentos, menaje de cocina, textiles o cosméticos.
La principal característica son sus propiedades hidrofóbicas, ofreciendo resistencia a grasas, agua y calor. Su uso en la mayoría de casos es precisamente por sus ‘especialidad’ en repeler el agua.
Suelen ser usados en el antiadherente de las sartenes por proporcionar un acabado suave y brillante, así como en cremas y cosméticos por su capacidad de esparcimiento.
Los PFAS en los cosméticos: Usos y peligros potenciales
En los cosméticos, los PFAS se añaden de manera intencional para mejorar la resistencia al agua y aumentar la durabilidad de los productos. Se emplean por ejemplo en bases de maquillaje, labiales de larga duración, máscaras de pestañas y pintauñas.
Añadir PFAS en los cosméticos plantea serias preocupaciones debido a los posibles riesgos para la salud. Estudios recientes, como el de la Agencia americana para las Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) han asociado la exposición prolongada a los PFAS con efectos secundarios como:
- Alteraciones en los niveles de colesterol
- Riesgo aumentado de ciertos tipos de cáncer (riñón y testicular)
- Disminución del peso al nacer en caso de embarazadas
- Reducida respuesta inmunitaria en niños
Aunque la bibliografía no es muy extensa sobre los riesgos exactos del uso de estos productos, sí existe entre la comunidad científica un consenso acerca de que los efectos acumulativos de los PFAS representan ciertos perjuicios sobre la salud. Esto ha llevado a las autoridades regulatorias a tomar ciertas medidas restrictivas.
Regulaciones emergentes sobre el uso de PFAS en cosméticos
La creciente preocupación por el uso de los PFAS ha impulsado a varias regiones y países a establecer nuevas regulaciones que limiten su uso en cosméticos.
- Unión Europea: En Europa, países como Dinamarca, Noruega o Suecia han encabezado algunas iniciativas para limitar el uso de PFAS en cosméticos
- Estados Unidos: Aunque no existe una regulación federal estricta para los PFAS en cosméticos, estados como California, Maine y Nueva York han comenzado a ejecutar leyes que exigen la notificación de productos que contengan estos compuestos, valorando incluso prohibir su uso en cosméticos entre 2025 y 2023. Además, la nueva Ley de Regulación de Cosméticos de 2022 ha ampliado el poder de la FDA para investigar y evaluar los riesgos de los PFAS en estos productos.
- Asia-Oceanía: En países como Japón, Corea del Sur o Australia, también han comenzado a implementar regulaciones específicas para los PFAS en cosméticos.
Desafíos para la industria de los cosméticos
Frente a estas regulaciones, las empresas de cosméticos tienen el desafío de eliminar los PFAS de sus formulaciones sin comprometer la calidad de sus productos. Esto no es un proceso sencillo, ya que a menudo estos componentes no están indicados claramente en las fichas de seguridad de los ingredientes.
Los fabricantes deberían ser proactivos para evaluar en la cadena de producción la inclusión de estos ingredientes, mostrando interés o realizando simples auditorías para conocer al 100% su propio producto.
Además, el cumplimento de estas regulaciones no solo es esencial para evitar sanciones legales, sino también para mantener la confianza de los consumidores, quienes demandan cada vez más productos ‘libres de químicos’ con un marcado énfasis en la sostenibilidad y los ingredientes naturales.
Los PFAS en los cosméticos representan un tema de creciente preocupación debido a su presencia en el medio ambiente y sus efectos sobre la salud humana. Con las regulaciones de varios países, las empresas deben tomar medidas proactivas para cumplir la nueva legislación, o adelantarse a los cambios normativos que están por venir.
A medida que avancen las investigaciones científicas sobre los riesgos de los PFAS y las regulaciones se fortalezcan, es probable que el sector cosmético experimente en los próximos años una significativa transformación.
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